Incluso los cuentos de hadas se hacen realidad, solo tened cuidado y que no os pase como a la pobre caperucita, que sin quererlo, se enamoró de un lobo.
Tan solo mirar a los ojos de la persona que teneis delante, por que los ojos son el espejo del alma y ellos nunca miente por mucho que un lobo se vista de príncipe. Incluso aquellas personas que a la vista pueden dar miedo, o simplemente no ser como nosotros, en sus almas se esconde alguien soñador, de buenas intenciones, sólo tenemos que mirar con los ojos del corazón.
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