martes, 19 de febrero de 2013

El cuervo

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

Este estilo, y las encantadoras uñas, me recordaron al cuervo de Edgar Allan Poe, uno de los tantos escritores que me gustan. Espero que os guste este conjunto.

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